jueves, 11 de febrero de 2010

Algunas verdades sobre el ATC que conviene conocer

El tema de esta semana es el ATC, o ALMACEN TEMPORAL CENTRALIZADO DE COMBUSTIBLE NUCLEAR GASTADO Y RESIDUOS RADIACTIVOS DE ALTA ACTIVIDAD, como es su nombre completo.

Es difícil separar la necesidad de buscar una gestión de estos residuos, producidos por nuestras centrales nucleares, y la definición del modelo energético español.

La presión del llamado lobby nuclear es tremenda, con importantes portavoces entre ex – presidentes del Gobierno, economistas, empresarios, sindicalistas, ex – ecologistas, periodistas, intelectuales, que al calor del debate sobre el cambio climático apuntan a la energía nuclear como alternativa limpia de abastecimiento energético.

Estos actores, utilizan las mismas artimañas que ya conocemos, la mentira, la desinformación y el recurso del miedo.

Por ejemplo, se hace referencia a la llamada moratoria nuclear de España, algo falso, pues la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico liberalizaba el sistema de generación, por lo que es posible instalar nuevas centrales, otra cosa es que ninguna compañía quiera asumir el coste de su construcción, funcionamiento y gestión de residuos.
Otra mentira es la gran dependencia energética del exterior de nuestro país, se ignora que según el balance que presenta Red Eléctrica Española, somos un país exportador neto de energía eléctrica.

Se habla de la dependencia del petróleo extranjero y de la escasez de reservas que provocará un aumento significativo de su precio. Se oculta que las reservas estimadas de uranio, se agotaran al ritmo actual de consumo en un plazo de 40-50 años, menos años si se construyen las proyectadas en todo el mundo.

Se oculta también que el 84% de estas reservas pertenecen a 6 países, y el 78% de las mismas a 7 compañías, y que solo 4 empresas realizan el 92% del proceso de enriquecimiento que necesita el combustible nuclear. Es decir una nueva dependencia, esta vez de un monopolio privado.

Se habla de la eficiencia energética de la nuclear, se obvia que solo el 33% de la energía térmica que produce se transforma en electricidad. Por último, se dice que no emite C02, ignorando la gran cantidad de CO2 necesaria para la construcción, abastecimiento y gestión de una central nuclear, recientes estudios revelan que por ejemplo ASCÓ 2, genera tantas emisiones de CO2 como una central térmica de ciclo combinado.
¿Qué se esconde por tanto detrás de tanta presión nuclear?, la necesidad de una nueva inyección de dinero público para salvar las cuentas de las privatizadas empresas energéticas de nuestro país.

Si los gobiernos de Aznar ya dieron un BILLON DE PESETAS a las eléctricas a través de una tasa llamada Costes de Transición a la Competencia, que venía en las facturas de la luz, ahora no solo el Gobierno sino la sociedad española en su conjunto, está siendo presionada para aceptar un nuevo proceso de socialización de perdidas.

Por tanto, cuando oigan cantos de sirena sobre la necesidad de que España apueste por lo nuclear, échese mano a la cartera porque vienen a por el botín.

Sobre los ATC, desde IU opinamos que primero se debe establecer un calendario de cierre paulatino y escalonado de las centrales nucleares españolas, acompañándolo de un proceso claro y transparente de instalación de plantas de energías renovables y de campañas de ahorro y eficiencia energética. La energía más barata es la que no se gasta.

Una vez acordado ese calendario de cierre y estimado la cantidad de residuos a gestionar, elegir el emplazamiento y método mejor para su tratamiento, sin chantajes a poblaciones agobiadas por la despoblación y la crisis económica.

Ni se debe alarmar ni trivializar la peligrosidad de estas instalaciones, ni tampoco se debe, por responsabilidad, arrojar de manera populista el problema a otros territorios. El reciente debate en las Cortes Regionales evidencia el populismo con que el gobierno de Barreda ha tomado el asunto, todo ello en un claro gesto de tratar de ganar popularidad y credibilidad en un momento difícil para el PSOE regional, acorralado por una crisis económica que está dejando una desgarradora huella social en Castilla La Mancha.

Creo que la actitud del PP los delata claramente, la misma política de engaños, virajes y despistes que el Gobierno de Zapatero.
De momento, la otras veces denostada zona ZEPA cercana al Aeropuerto de Ciudad Real, nos librará de la posible instalación del cementerio nuclear en la provincia.

Fdo. Miguel Ramírez Muñoz
Coordinador Provincial IU de Ciudad Real